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Burgués. El mejor restaurante de cocina regional de Milán.


De veneciano a napolitano, de sardo a tirolés del sur, estos son los lugares que retan la cocina regional en el episodio milanés de cuatro restaurantes

Quien vive Milán puede conseguir todo en escaso tiempo región de italia, por lo menos desde el punto de vista culinario. Calabrese, Puglia, Liguria, Lazio y muchos otros: todos trajeron a la urbe los ingredientes y sabores de su tierra natal. Alessandro Borghese, visitando la capital lombarda, va a hacer un viaje de arriba abajo y, en el episodio trasmitido por Sky Uno y libre en claro en TV8 Lunes veintidos de marzo, el chef nos va a llevar a descubrir mejor restaurant con cocina regional en Milán.

Entre el respeto por la tradición y las nuevas fórmulas adaptadas al contexto milanés, cuatro restaurantes del episodio competirá en localización, menú, servicio y factura. Los restauradores se votarán entre sí para formar un ranking, mas los votos de Alessandro Borghese puede confirmar o bien revertir el resultado. Mientras que aguardamos ver el episodio, descubramos los lugares en competencia en Milán.

Los cuatro restaurants de cocina regional en reto en Milán

Tascaro (Porta Venezia)

Sandra (treinta y ocho) es dueña de ella bacaro, la habitual tasca veneciana donde puede detenerse para tomar un chorrito y saborear un tanto de cicchetti. Orgullosa de sus orígenes, ofrece las recetas de la familia, todas y cada una rigurosamente venecianas: sardo en saor, bacalao en crema, Hígado veneciano, risotto de achicoria. Leal a la tradición, Sandra no se comprometió con Milán. Aun el menú está escrito íntegramente en Veneto. El Tàscaro es un bacaro moderno, todo en hierro y cristal, envuelto con papel pintado veneciano. Las referencias a Venecia son extrañas, mas específicas: la bandera con el León de San Marco, el remo de una góndola y las numerosas botellas para preparar el Spritz.

Nápoles mil ochocientos veinte (Navigli)

Rosario (cincuenta y cuatro) jamás se ha cortado el cordón umbilical con su tierra natal y traslados, 3 veces a la semana, entre su restaurant en Nápoles y el de Milán. Rosario es infatigable, trae genuina materia prima a las mesas milanesas que mismo transporta en turismo. Nacido como chef, ahora ha confiado la cocina a su hijo Antonio, mientras que se encarga de la administración del restaurant. Ofrece cocina absolutamente napolitana, mas su restaurant no es demasiado folclórico si bien no carece de horno de leña y representaciones del Vesubio en las paredes.

Frades Porto Cervo (catedral)

Roberto (veintinueve) es el dueño y chef de su restaurant donde ha creado un puente con la Costa esmeralda. Teniendo ya un restaurant en Porto Cervo, frecuentado por muchos milaneses, asimismo decidió desembarcar en la capital lombarda. Roberto es ambicioso y ofrece tanto platos tradicionales (culurgiones, fregula, franjas) 2 platos que, desde ingredientes sardos, se mezclan con recetas de otras zonas. Por servirnos de un ejemplo, la chuleta se reboza con pan carasau. El restaurant está realmente bien cuidado, con el olivo en la entrada, el grano de Gallura en las paredes y los entapices tejidos a mano.

Restaurante Cobijo (Bullona)

Markus (cuarenta y ocho años) es el dueño de este habitual stübe, el salón de la cabina en Trentino Alto Adige. Con su restaurant absolutamente de madera, Markus desea darles a sus clientes del servicio la ocasión de zambullirse por completo en la cálida atmosfera de su zona. Un auténtico perfeccionista, cuidó cada detalle, desde la estufa de porcelana hasta las sillas cinceladas cubiertas de lana. La cocina es propia de ensalada de carne tengo canederli tengo Rosti de patata. La pasión de Markus por las antigüedades se expresa en las paredes de la sala, llena de relojes viejos y campanas tradicionales de todos y cada uno de los tamaños. El restaurant tiene 3 salas: una «gótica», que recuerda el estilo artístico del mismo nombre, una habitual Val Pusteria, con capiteles cincelados, y una brasserie más íntima y cálida.