Más allá de una guarnición, el arroz rojo es una receta básica y a la vez emblemática de la gastronomía mexicana, si bien cada uno de los países latinoamericanos tiene sus variantes. Plato ancestral que conviene saber preparar y, sobre todo, saber sus orígenes y sus particularidades.
Si bien no se puede citar un origen claro, el arroz rojo se conoce como una receta tradicional de México y de todas las culturas mesoamericanas desde la época denominada como prehispánica. Es, desde ese tiempo y hasta estos días, una preparación básica para las comidas de los mexicanos e incorpora muchos ingredientes propios de la huerta, por lo que su trascendencia va mucho más allá de la practicidad o el sabor, sino también por la tradición y refuerzo de lo cultivado en cercanía.
Momentos en los que se recomienda
Es bien sabido que en México el arroz rojo es uno de los protagonistas de las fiestas y ocasiones especiales, por lo que desde un cumpleaños hasta una boda son buenas ocasiones, pero sobre todo, en fechas importantes para el país, como el Día de la Independencia, la Navidad, año nuevo o el Día de Muertos.
Lejos de eso, el arroz rojo es una guarnición perfecta cuando se prepara en solitario, o un plato principal cuando, saliéndose de la receta original, se combina en su propia preparación con pollo, verduras o frijoles.
Preparación típica del arroz rojo
Se necesitan los siguientes ingredientes:
- Arroz.
- Achiote.
- Tomate, pudiendo utilizar envases preparados con tomates rojos molidos y sazonados.
- Cebolla.
- Ajo.
- Epazote.
- Granos de elote cocidos.
- Chícharos cocidos.
- Caldo de pollo.
- Sal.
El primer paso es lavar el arroz. Se lava, se remoja y se escurre hasta que el agua quede completamente clara. Eso garantizará un mejor sabor y que el arroz quede suelto.
En una olla gruesa, se calienta media taza de aceite y se sofríe el achiote. Cuando esté caliente, se agrega el arroz y se sofríe hasta sellarlo. Luego, se agregan los tomates picados en cuadritos y un poco de sal. Si se tienen los tomates rojos molidos y sazonados, es el momento de verterlos en lugar de tomates normales. Se deja hervir por un par de minutos.
El resto de los ingredientes se vierten juntos, tratando de que el caldo de pollo cubra ligeramente el arroz. Cuando el líquido esté casi consumido, se agregan los elotes cocidos y se deja reposar por 10 minutos, cuando ya estará listo para servir.
Variantes del arroz rojo
El arroz rojo es un plato emblemático y básico de todas las cocinas mexicanas. Pero más allá de las tradiciones, cada lugar ha venido nutriendo a la receta de sus propias posibilidades y variantes, creando recetas bastante únicas:
- Arroz rojo con verduras: zanahorias, elotes, calabacitas, chícharos, le dan mucho color a esta variante.
- Arroz rojo con pollo: el pollo cocido y picado en cubos, o desmenuzado, se agrega a la cocción.
- Arroz rojo con frijoles: algunas personas guisan los frijoles en una cazuela aparte, y cuando están listos, los combinan.
- Arroz rojo al estilo poblano: utiliza chiles secos para el momento de sofreír el arroz con aceite. Le da un sabor mucho más picante.
El arroz rojo es un festín para el estómago, pero también para los sentidos. Es un plato que con su color y su textura es agradable y divertido, pero que gracias a sus incontables variantes y fusiones no dejará indiferente a ningún comensal con su profundidad de sabores. De más está decir que es una fuente de fibra, vitaminas y minerales bastante completa.
Nunca es mal momento para comenzar a prepararlo. Y no hay una fórmula única. Hay personas que tuestan el arroz antes de cocinarlo, para darle más intensidad. Hay personas que utilizan caldo de pollo, mientras que otras sólo utilizan agua. Un truco que sí resulta innegable, es que el arroz rojo nunca se revuelve mientras se cocina. Eso garantizará que quede entero y suelto a la vez.