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Cuando el terapeuta de mi hijo recomendó una hoja sensorial para mi hijo autista, mi respuesta inmediata fue "¿Qué es una hoja sensorial?" Había oído hablar de una manta cargada (probada y fallida en nuestro hogar), pero ¿una sábana? Estos son ligeros y sueltos por diseño; ¿Cómo podríamos calmar a mi hijo? Ella explicó que una sábana sensorial se envolvía perfectamente alrededor del cuerpo, proporcionando una presión constante y relajante. Ella pensó que debería intentarlo.
He intentado muchas cosas con mi hijo. Es un tipo hiperactivo y puede ser aterrador para él ser autista y no verbal en un mundo que constantemente lo golpea con información sensorial. A decir verdad, también puede ser difícil para la madre estresada tratar de hacer frente a su propio bombardeo de entrada durante todo el día.
Pedí la hoja (obtuve una en Amazon por $ 40), la saqué escépticamente de la caja y la examiné en detalle. Si alguna vez has probado una banda de resistencia, entenderás lo que quiero decir cuando describo la lámina sensorial como esencialmente una banda de goma grande, lo suficientemente grande como para estirarse en una cama. Se ajustaba perfectamente a dos tercios de la cama de mi hijo, dejando mucho espacio para que su cabeza sobresaliera por un extremo. El otro extremo también está abierto, por lo que no hay torceduras en la parte inferior.
Siempre estoy probando las cosas nuevas de mi hijo por razones de seguridad, y me zambullí para asegurarme de que podía respirar y escapar fácilmente. Cuando mi cara se deslizó bajo la tela brillante y elástica, noté que el mundo más allá estaba borroso, suave y agradablemente brumoso. Fue extrañamente reconfortante. Mi segunda revelación fue que me sentí realmente bien. La presión no fue abrumadora, pero definitivamente estaba allí. Sentí que estaba envuelto en un abrazo suave y continuo. Cuanto más me recostaba debajo de la sábana, más tranquila me sentía. Me di cuenta de que, como a menudo ha demostrado en el pasado, el terapeuta de mi hijo sabía de lo que estaba hablando.
Mi hijo a veces asoma la cabeza, pero a menudo mete todo su cuerpo de cinco años debajo de la sábana mientras duerme. Todos hemos escuchado que los pañales los hacen sentir como si estuvieran de vuelta en el útero, lo que debería ser lo más reconfortante posible. Es posible que los adultos no seamos tan rápidos para admitirlo, pero la inmersión y la presión también pueden hacernos más tranquilos. Solo permanecer debajo de esta sábana apretada durante cinco minutos con los ojos cerrados ayuda a eliminar el estrés de mi día y aclara mi mente. Es fácil para cualquier persona sobrecargarse a veces, por lo que se trata de encontrar alivio con una compresión reconfortante. Mi sugerencia: si una manta con peso no es para ti, pero te gusta la sensación de presión, prueba con una sábana sensorial. Esto hará que su experiencia de confort en la cama sea aún más dulce.
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