Leer mas" /> Leer mas" /> Saltar al contenido

Marchas Miel – Cocina Italiana

«Deseo ser apicultor». Encantado por las colmenas de un amigo, Luca Bianchi abandona la ingeniería y retorna a la tierra de su familia para generar miel y cereales.

Con solo 29 Luca Bianchi decide dejarlo todo, sus largos estudios de ingeniería mecánica y una carrera prometedora. ¿Por qué razón? Dedícate a las abejas. LOS’apicultura se ha transformado de esta forma en su obra, y en una forma de expresar el amor a su tierra, la Andar.
“Aquí, en la mitad de tanta belleza, vi un potencial enorme y no pude resistirme”, afirma. La pasión por la agricultura, heredada de sus abuelos, siempre y en toda circunstancia había estado ahí, pese a que había escogido otro camino. Entonces, a lo largo del periodo universitario, uno de sus compañeros lo lleva a visitar las abejas de su abuelo. Y en frente de estas cajas, Luca se queda atónito: retorna a casa, se pasa la noche buscando información sobre apicultura y a los un par de días, era el Mayo de 2014, llegan los monos amarillos y las 2 primeras familias de abejas. En escaso tiempo dejó Ingeniería, se inscribió en Ciencia de la agricultura (por último comprendió lo que jamás haría: el ingeniero) 2016 abre su negocio en la tierra de su abuela, en las montañas de Fabriano, y en dos mil dieciocho ya está todo producto orgánico certificado.
Hoy el las familias de abejas son doscientas, mas el número prosigue medrando. Sus mieles son ante todo una historia del territorio: «Cada una expresa las peculiaridades de la zona donde se genera y del periodo de cosecha». Hay miel de espárragos trigueros, con una nota dulce muy marcada, que recuerda a una fruta exótica; los miel de mielada, un tanto amargo, rico en sales minerales, producido en el bosque; el de girasole, femenino y florido; el de stachy, pasto betónico, habitual del ambiente. De ahí la idea de un envase exagonal con 6 tarros de cincuenta gramos de diferentes mieles, que asimismo se pueden adquirir en formatos de doscientos ochenta gramos. Luca asimismo genera caramelos con miel y anís y regaliz y busca polen, rico en proteínas vegetales y aminoácidos. Aparte del planeta de las abejas, hay cultivos de leguminosas y cereales, que muele en el molino de la compañía.