Saltar al contenido

Influencia y pérdida de apetito: efectos y remedios

¿Por qué razón no deseas comer con fiebre? ¿Y qué hacer para combatir contra la carencia de hambre? El especialista responde

LOS’falta de apetito es uno de los efectos más frecuentes de afecciones afines a la gripe. Cuando tienes elgripe, tanto en la manera respiratoria, por ende con fiebre, constipado y dolor de garganta, como en la manera gastrointestinal, por servirnos de un ejemplo con vómitos y diarreas, no tener apetito o bien tener pocas ganas de comer es muy habitual. A lo largo de los días de convalecencia y, a veces, asimismo los próximos, la sensación de apetito reduce debido a distintos factores que entran en juego, de ahí que ocurre, qué efectos y antídotos pueden ser útil en estos casos.

Las causas y consecuencias

“Con la gripe, el incremento de la temperatura anatómico reduce la sensación de apetito. “A esto se aúna frecuentemente en presencia de dolores de garganta y tos la complejidad para tragar que complica la ingestión de los comestibles y la tradicional sensación de boca amarga que altera los sabores”, detalla la dietista. Valentina schirò, experta en ciencia de los comestibles. «En el caso de la gripe estomacal, la carencia de hambre puede depender más bien de la sensación de náuseas que causa malestar y reduce la necesidad de comer».

Qué hacer para combatir contra la carencia de hambre.

Ayunar con la gripe no es la opción ideal para fomentar la sanación y prevenir las recaídas. La confirmación procede de una investigación efectuada hace cierto tiempo por la Universidad de Yale publicada por la gaceta «Cell» que resaltó de qué manera en el caso de una infección viral, comer es una ayuda válida para recobrar fuerzas y combatir la infección. Mas, ¿de qué manera superar la carencia de hambre y qué comer? “Lo primero que puede asistir cuando tiene un tanto de apetito debido a la gripe es concentrarse en comidas pequeñas de comestibles ligeros. «De esta manera, luchamos contra falta de hambre propia de la convalecencia y aportamos los nutrientes útiles para recobrar la fuerza y ​​la salud», explica la dietista Valentina Schirò. “Puede decantarse por un buen caldo de pollo caliente que tenga propiedades a prueba de gripe. Lo idóneo es enriquecerlo con verduras y verduras de temporada que, aparte de asistir a recobrar los líquidos perdidos con fiebre y sudoración, aportan muchas enzimas y vitaminas que asisten a expulsar toxinas y desechos en demasía amontonados aun con el empleo de fármacos. Además de esto, las verduras son riquísimas en magnesio y potasio, minerales que tienen una acción revitalizante y contrarrestan la hinchazón favorecida por las muchas horas de reposo ”.