Ikona kahua ʻO ka hale ʻaina

Le rame di Napoli – ka meaʻai Italia

ʻO ka mōʻaukala a me ka meaʻai o kahi meaʻai kahiko mai ka hale kupapaʻu Sicilian e hoʻolauleʻa ai i ka poʻe Pōmaikaʻi a me ka poʻe make

En octubre, con el otoño ya en pleno auge, empiezan a aparecer los primeros comerciales de Halloween. En un planeta poco a poco más globalizado y digitalizado, no obstante, no debemos olvidar nuestras raíces y también Italia, desde la perspectiva de las tradiciones populares, es un país riquísimo en historia. Dentro SiciliaNo ka laʻana, nā lā hoʻomaha o Ka poe haipule a pau a nā akua Make, festejados el 1 y dos de noviembre, respectivamente (el aniversario estadounidense cae en la noche del treinta y uno de octubre), anteriormente fueron aun más honestos que la Navidad. Entre los obsequios que se les da a los pequeños, como obsequios de los progenitores que murieron por ser afables a lo largo del año, estaban, y aún están, los Napela Copper.

Ke keleawe o Napela

Esta vieja dulzura de la pastelería siciliana nació en los laboratorios de los conventos de mujeres. Son galletas de cacao suave, levemente picantes y cubiertas con un glaseado crepitante de chocolate negro. No se deje mentir por el nombre, pese a la referencia a Nápoles, realmente hablamos de un postre muy siciliano. Hay un velo de misterio sobre el origen, como acostumbra a acontecer en Sicilia. No obstante, tenemos una certificación de cobre en la novela Storia di una capinera publicada en mil ochocientos setenta y uno por Giovanni Verga. El escritor de Catania se refiere de manera expresa a esta exquisita dulzura, vinculándola al saber hacer de las monjas de Abbey o Santa Chiase en Catania («las contrariedades de las monjas en la preparación del cobre, caramelos de chocolate conocidos en toda la urbe"). Aun en nuestros días, es simple hallar cobre, en el mes de octubre y noviembre, en los relucientes mostradores de reposterías y panaderías de la capital del Etna y su provincia.

Ke kumu o ka inoa

Dicho esto, brota de manera espontánea una pregunta, ¿por qué razón la referencia geográfica a Nápoles? Múltiples hipótesis se han elaborado al respecto: hay quienes atribuyen el origen del postre a un repostero napolitano que ideó la receta, al tiempo que la más acreditada semeja ser la que lo une a una moneda acuñada en mil ochocientos dieciseis, a lo largo de la dominación. de los Borbones, tras la anexión de Sicilia al reino de Nápoles. La moneda en cuestión tenía la peculiaridad de contener una aleación de cobre, un metal considerablemente más pobre que el oro y la plata que se usan frecuentemente para la acuñación. Esta elección no fue recibida con entusiasmo por el pueblo siciliano, orgulloso y orgulloso por naturaleza, y se extendió el rumor, por lo menos conforme la historia legendaria, de que las galletas pronto se usarían como medio de pago. De esta forma nació el cobre de Nápoles, reproduciendo la apariencia de la moneda impugnada en una galleta entonces lograda con restos de hojaldre, exactamente para resaltar el crimen sufrido por la devaluación de su moneda. No obstante, con el tiempo, los reposteros empezaron a emplear la harina más frecuente.

ʻO ka meaʻai kuʻuna

La receta tradicional implica el empleo de ingredientes precisos: harina, cacao amargo y mermelada de naranja. «En los últimos tiempos", explica el repostero Giovanna musumeci, “Hemos visto diferentes versiones del cobre de Nápoles, frecuentemente demasiado imaginativas. Nos agrada sostenernos fieles a la tradición y emplear ciertos productos fáciles. En mi laboratorio de Randazzo, en las laderas del Etna, por poner un ejemplo, aún preparamos zuccata (cucuzzata en dialecto, o bien una mezcla de calabacín blanco siciliano confitado) para rellenar las cobres con mermelada de naranja ”. Aun en el oeste de Sicilia hay quienes desearon recobrar esta tradición. Confitería Nā mea huna o ka hale pule o Palermo - i loko o ka Monastery o Santa Caterina, i hoʻopili ʻia i ka nani baroque nani o ka hale pule o ka inoa hoʻokahi - ua hoʻokomo i ke keleawe o Naples i waena o nā mea kūikawā o nā pastries o ka halepule i hāʻawi ʻia i ka lehulehu i kēia manawa o ka makahiki (wehe kēlā me kēia. a i kēlā me kēia lā, komo i ka piazza Bellini).

ʻO ka ʻai na Giovanna Musumeci mai ka hale ʻai palaoa ʻo Beato Musumeci ma Randazzo (Catania)

Nā mea hoʻohui no ka ʻumikūmālima kuki

500 g palaoa 00
200g kō
150 ml kofe me ka waiū
150 ml waina i kālua ʻia
90 g o ka koko amaro
150 g o ka hoki
1 punetune marmalade ʻalani
1 papa honi
Kinamona 1 teaspoon
ʻĀlani ʻalani
10 g o ka amonia no nā lole
ʻO Cloves
he wahi paakai

E hoʻonani
350 g kokoleka pouli
ʻokiʻoki pistachio

Kaʻina hana (oval version)

Tamizar la harina y reservar. Tras haber fundido la mantequilla a baño maría, añadir la miel y entremezclar. Calentar la leche, disolver el amoníaco, entremezclar la mantequilla con la miel. Tras entremezclar, añada toda la leche. Añade el azúcar y deja que se funda. Añade la harina tamizada, la canela, el cacao, el clavo molido y la ralladura de naranja al líquido. En este punto, vierta el vino cocido y ablande la mezcla. Añade la mermelada de naranja y pone la masa en el refrigerador a lo largo de media hora. Mientras, pone una hoja de papel de horno en un cazo y haz el cobre: ​​toma una cantidad desprendida de masa con las manos limpias y dale la manera ovoide habitual. Separe bien las galletas, puesto que tenderán a alabearse y expandirse a lo largo del horneado. Enhorna en horno precalentado a ciento ochenta ° a lo largo de unos veinte minutos, hasta conseguir una costra exterior crepitante. El interior debe continuar blando. Una vez cocidas, retire las galletas de la sartén y déjelas enfriar a temperatura entorno. Para preparar el glaseado, poner el chocolate negro en una cacerola a baño maría y entremezclar bien. Tome una galleta y sumerja la parte superior en chocolate. Poner sobre una reja para secar y decorar la parte superior con los pistachos picados.

ʻO kahi hoʻololi o ka meaʻai keleawe kahiko mai Naples ka mea a Giovanna e hoʻomākaukau mau ai i loko o ka hale hana, kahi i kuki poepoe piha o paukena y mermelada de naranja. Asimismo en un caso así, los cobres se glasean con chips de chocolate y pistacho.

Haʻalele puka paʻa