Ningún compatriota había ganado nunca el título de Profesor del Vino. Ahora pertenece a Gabriele Gorelli: va a ser el orgulloso embajador de nuestros vinos en el planeta.
Conocimos al Maestro de vinos Gabriele Gorelli, el primero en ganar el título en Italia. Nos contó su viaje y ciertos consejos indispensables sobre el vino.
¿Quién es Gabriele Gorelli?
Natural de mil novecientos ochenta y cuatro en Montalcino, Gabriele Gorelli se aproximó al vino asimismo merced a su abuelo, que era el productor más pequeño de la zona. En dos mil cuatro creó la Brookshaw y Gorelli, agencia de diseño para la comunicación del vino y, en dos mil quince, KH Wines, asesora de marketing de vinos en el exterior. Viajante apasionado, recargue sus baterías con trail running y yoga.
Un negocio para unos pocos
la El Instituto de Maestros del Vino es la organización más fiable dedicada al conocimiento y comercio del vino. Solo cuatrocientos dieciocho personas en el planeta pueden alardear del título y ya antes de Gabriele Gorelli ningún italiano había triunfado en el negocio. “Partí de la inconsciencia, con la ilusión de tener recursos ilimitados y poder triunfar, con el compromiso que se requiere. Cuando el Instituto festejó su primer Simposium en Italia en dos mil catorce, pasé la selección así como otros 4 italianos. El camino fue durísimo, afecta tu existencia a lo largo de años, así sea domingo o bien Navidad: te levantas muy temprano y estudias. La primera vez que hice el examen de nivel dos (cuatro días, treinta y seis vinos a ciegas y trece ensayos multidisciplinarios), fallé la mayor parte de las pruebas, mas superé mi decepción al descubrir esta mañana que mi primer hijo estaba en camino. El último esprint cara el título, el proyecto de investigación, fue particularmente bastante difícil. Echaba de menos esa sensación de “estar en exactamente el mismo barco” que comparten los estudiantes ya antes de un examen. Fue una fase solitaria, en ocasiones agotadora. A lo largo de estos meses más agobiantes, ¡aun mi masa madre se negó a subir! Mas las emociones que sentí cuando llegó la llamada telefónica que confirmaba el título desde Londres ha borrado las cicatrices de años de sacrificio ”.
Probar por lo menos una vez
“El mil novecientos ochenta y cinco Brunello di Montalcino de Mastrojanni, un vino del pasado, mas al tiempo indescriptiblemente moderno (cincuenta euros la agregue actual, mastrojanni.com); Barolo Sorì Ginestra dos mil uno de Conterno Fantino, un monumento a la enología italiana, que expresa madurez y poder con innata delicadez y gran equilibrio (ochenta y dos euros la agregue actual, conternofantino.it). El resumen concluye con Vecchio Samperi Quarantennale de Marco De Bartoli, un vino simbólico y atemporal capaz de asombrar por su dificultad y refinamiento (quinientos diez euros, marcodebartoli.com) ”.
Serán conocidos (mas los descubres ahora)
“En Trentino, está el Vin de la Neu dos mil dieciocho de Nicola Biasi, un blanco de la uva Piwi johanniter (uvas resistentes a enfermedades fúngicas) de Val di Non, que fermenta en barrica: tiene la ambición de transformarse en un icono (cien euros, vindelaneu.it). El MG sesenta de Marco Gozzi procede de las Marcas, fruto del Procedimiento Tradicional de una cuvée con múltiples facetas de verdicchio y chardonnay (sesenta euros, mg09.it). En Apulia, aconsejo los vinos vivos de L’Archetipo, una compañía familiar que persigue un modelo honesto de sostenibilidad (larchetipo.it) ”.
Buena bebida diaria
“En Véneto, escucho Valpolicella dos mil veinte de Bertani, una expresión enérgica de un territorio que genera vinos frágiles con una nota salina propia (doce euros, bertani.net). De Emilia-Romagna, el Lambrusco di Sorbara Leclisse dos mil diecinueve de Paltrinieri es refulgente y vivo, de inopinada profundidad y pureza (once euros, cantinapaltrinieri.it). En Toscana, el Flower Power dos mil diecinueve de Podere cuatrocientos catorce, elaborado con uvas Sangiovese, es una identidad y un enfoque gastronómico del rosado (nueve euros, podere414.it). De Abruzzo, el Pecorino Castello di Semivicoli dos mil diecinueve de Masciarelli es un blanco mediterráneo, un refulgente compromiso entre parquedad y aromaticidad (doce euros, masciarelli.it). En Sicilia, aconsejo Vittoria Frappato Bell’Assai dos mil diecinueve de Donnafugata, un tinto diligente y jugoso, vibrante como la primavera (catorce euros, donnafugata.it) «.