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Castañas, ¿por qué comerlas en el desayuno?

Sabrosos y llenos de virtudes, aportan muchos nutrientes que energizan el día. Estas son las ventajas que tienen

¿Estás cansado y estresado? La mejor forma de empezar el día lleno de compromisos y cosas por hacer es enriquecer la primera comida del día con las virtudes de castañas. Hervidas, horneadas o simplemente crudas, las castañas se encuentran entre las frutas para consumir no solo para el almuerzo, la cena o como tentempié después del horario laboral, sino también nada más despertarse. La harina de castaña se puede utilizar para hacer dulces y galletas para el desayuno en lugar de la tradicional. O puede decidir consumir la fruta directamente. “Comer castañas en el desayuno aporta energía, vitaminas, minerales y muchas otras sustancias útiles para el organismo”, dice. Nicoletta Bocchino, biólogo nutricionista. Un puñado de castañas es un gran sustituto del pan y, en general, de los productos de harina. “Aportan almidón y proteínas y tienen un contenido en grasas muy bajo”, explica el experto. Por eso es una gran idea desayunar castañas.

Dan energía y buen humor

En comparación con las galletas, bizcochos y brioches, las castañas tienen un mayor poder saciante. “El mérito son las fibras solubles de las que son fuente que contrarrestan los picos glucémicos y las gotas de energía, que estimulan el regreso del hambre por la mañana”, explica la nutricionista Nicoletta Bocchino. “Otra ventaja es que son muy ricos en nutrientes relajantes, incluido el magnesio, que media en la transformación del triptófano en serotonina, la hormona del buen humor. Luego tienen el ácido glutámico, del que se deriva la glutamina, que tiene un efecto calmante y antiestrés ”, explica el experto.

Luchan contra la fatiga

Las castañas son excelentes aliadas en caso de fatiga física y mental. “El mérito es siempre la riqueza de las fibras que hacen que los carbohidratos se liberen muy lentamente en la sangre. Esto permite que el cerebro reciba energía de forma constante ”, explica la nutricionista Nicoletta Bocchino. “Las castañas también son ricas en minerales útiles para combatir el cansancio y el agotamiento, como el hierro que también se vuelve asimilable por la presencia de vitamina C”, especifica el experto. «También proporcionan un buen suministro de vitaminas B que promueven el funcionamiento del sistema nervioso y las células cerebrales, en particular las neuronas, y mejoran la concentración, apoyan la memoria, calman el nerviosismo y ayudan a lidiar con la disminución de la motivación».

Cómo combinarlos en la mesa

Para asegurar un desayuno equilibrado y completo, son excelentes combinados con yogur, frutos secos y unas virutas de chocolate amargo. “Los yogures y frutos secos como las nueces aportan la primera comida del día con buenas proteínas y grasas que ralentizan la asimilación de los almidones de castaña y al mismo tiempo aumentan su capacidad energizante”, especifica el experto. «El chocolate negro, en cambio, potencia sus efectos sobre el estado de ánimo y la concentración gracias a la teobromina, una molécula que estimula el cerebro y favorece la concentración, haciéndonos más relajados y atentos».